El domingo 27 de febrero las comunidades del Seminario Mayor y Menor visitaron Fitero, patria chica del Obispo Palafox. Al llegar a la localidad navarra fueron recibidos en el Balneario, lugar donde la madre de Palafox habría abandonado a su hijo y de donde el por entonces encargado de los baños lo habría rescatado para criarlo en su casa.
Tras recorrer el paraje y ascender rezando el Santo Rosario hasta la ermita edificada en recuerdo de este acontecimiento (el pequeño santuario fue restaurado en el año 2000, al cumplirse el IV centenario del nacimiento del Obispo), los seminaristas celebraron la Santa Misa en la denominada “Ermita de la Virgen de la Soledad”. La celebración eucarística, a la que asistieron algunas decenas de fieles, fue presidida por el Rector del Seminario, Gabriel-Ángel Rodríguez Millán, y concelebrada por el Formador y el Director espiritual, Rubén Tejedor Montón y José Sala Pérez, respectivamente.
Tras la Eucaristía, los seminaristas y sus formadores se trasladaron hasta el Monasterio cisterciense de Santa María la Real -el primer cenobio de esta Orden en la Península Ibérica- que visitaron guiados por el párroco de la localidad, Javier Goitia Chasco, y donde pudieron contemplar algunos objetos vinculados a Palafox (la pila bautismal, el acta original de bautismo, etc.)
La comida en el Balneario viejo puso el broche de oro a esta jornada tan especial a pocos meses de la Beatificación de quien fuera Obispo de Osma en el S. XVII (1654-1659).
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